David Alfaro Siqueiros
Polyforum Siqueiros
ESPACIO DE ENCUENTRO Y CULTURA
David Alfaro Siqueiros
José de Jesús Alfaro Siqueiros, más conocido como David Alfaro Siqueiros,
fue un pintor y militar mexicano. Es considerado uno de los
tres grandes exponentes del muralismo mexicano junto con Diego Rivera y José Clemente Orozco.
Se creía que Siqueiros había nacido en Chihuahua, pero recientemente su
partida de nacimiento ha certificado que nació en la Ciudad de México en
1896.Su padre era el abogado Cipriano Alfaro y su madre Teresa Siqueiros. Su
padre lo llevó a vivir a Irapuato, Guanajuato, donde realizó sus primeros estudios bajo la vigilancia de sus abuelos
Antonio y Eusebia Alfaro, quienes dejaron honda huella en su formación. Al
morir su abuela, Siqueiros y sus hermanos se mudaron a la Ciudad de México
donde fueron internados en escuelas maristas. Tiempo después, en 1911 ingresó a
la Escuela Nacional Preparatoria y por las noches asistía a la Academia de San Carlos. En 1911, cuando solo tenía
quince años de edad, se vio involucrado en una huelga estudiantil en la
Academia de San Carlos que protestaba contra el método de enseñanza de la
escuela y urgía la destitución del director. Sus protestas con el tiempo
llevaron al establecimiento de una academia al aire libre en Santa Anita.
A los dieciocho años de edad, Siqueiros y varios de sus colegas de la
Escuela de Bellas Artes se unieron al Ejército Constitucionalista de Venustiano Carranza para luchar contra el
gobierno de Victoriano Huerta. Cuando Huerta cayó en 1914,
Siqueiros se afianzó en la lucha interna posrevolucionaria, pues el Ejército
Constitucionalista tuvo que combatir las facciones políticas de Pancho Villa y Emiliano, opuestas a
Carranza. Sus viajes militares por todo el país le expusieron a la cultura
mexicana y las crudas luchas cotidianas de los trabajadores y los campesinos
pobres. Después de que las fuerzas de Carranza tomaran el control del país,
Siqueiros regresó brevemente a Ciudad de México para pintar antes de
viajar a Europa en 1919. Primero en París, absorbió la influencia del cubismo, intrigado en particular con Cézanne y el uso de grandes
bloques de color intenso. Estando allí, conoció a Diego Rivera, otro pintor mexicano de los
tres grandes justo al comienzo de una
carrera legendaria en el muralismo, y viajó con él por Italia estudiando a los
grandes pintores al fresco del Renacimiento.
Aunque muchos han señalado que la carrera artística de Siqueiros se vio
con frecuencia interrumpida por la política, el propio Siqueiros creía que las
dos estaban inextricablemente unidas. En 1921 publicó en Barcelona, España la revista Vida
Americana donde presentó un manifiesto titulado
"Tres llamados a los artistas plásticos de América" en el que escribe
sobre las propuestas artísticas que tenía pensadas y que creía convenientes para América. Para entonces, Siqueiros
ya había estado expuesto
al marxismo y visto la vida
cotidiana de los pobres. En Una
nueva dirección para la nueva generación de pintores y escultores americanos pidió una renovación espiritual al tiempo que el regreso de
las virtudes de la pintura clásica, mientras infundía este estilo con nuevos
valores que reconocían la máquina moderna y los aspectos contemporáneos de la
vida cotidiana. El manifiesto también reivindicaba
que un espíritu constructivo es esencial para un arte con sentido, que se alza
por encima de la mera decoración o temas falsos o fantásticos. A través de este
estilo, Siqueiros tenía la esperanza de crear un estilo que enlazara el arte
nacional con el universal. En su obra así como en su escritura, buscaba un
realismo social que aclamara a los pueblos proletarios de México y el mundo al
mismo tiempo que evitaba los clichés del primitivismo y el indianismo a la
moda.
En 1922, regresó a
Ciudad de México para trabajar como muralista para el gobierno revolucionario
de Álvaro Obregón.
El entonces secretario de Educación Pública, José Vasconcelos, se impuso la misión de educar a las masas a través del arte público y
contrató a decenas de artistas y escritores para erigir una cultura mexicana
moderna. Siqueiros, Rivera y José Clemente Orozco trabajaron juntos con
Vasconcelos, quien apoyó el movimiento muralista encargándoles murales para
edificios destacados en Ciudad de México. Aun así, los artistas trabajando en
la Escuela Nacional Preparatoria se dieron cuenta de que muchas
de sus primeras obras carecían
de la naturaleza pública visionada en su ideología. En
1923 Siqueiros ayudó a fundar el Sindicato
de Pintores, Escultores y Grabadores Mexicanos Revolucionarios, que afrontaba el problema de amplio acceso público a través del
periódico sindical, El
Machete. Ese año, el periódico
publicó para los proletarios del mundo un manifiesto, que Siqueiros ayudó a
redactar, sobre la necesidad de un arte colectivo, que serviría como propaganda
ideológica para educar a las masas y derrotar a los burgueses, a los
individualistas, etcétera.
En 1923, Siqueiros pintó
su famoso y colosal mural Entierro de un trabajador en el hueco de la escalera del Colegio Chico. El fresco representa a
mujeres indígenas
lamentándose
sobre un ataúd,
decorado con una hoz y un martillo. Pero conforme el sindicato se fue haciendo
más crítico con el gobierno revolucionario, que no había instituido las reformas prometidas, sus miembros se enfrentaron a
nuevas amenazas de ver cortados los fondos que financiaban su arte y el
periódico. Se produjo una disputa interna en el sindicato sobre si dejar de
publicar El
Machete o perder el apoyo financiero a
los murales, lo que dejó a
Siqueiros en primer plano, pues Rivera abandonó en protesta por la decisión de mantener la política por encima de las
oportunidades artísticas. A pesar de ser despedido de su puesto docente en el
Departamento de Educación en 1925, Siqueiros permaneció hondamente implicado en
actividades laborales, en el sindicato así como en el Partido, hasta que fue
encarcelado y con el tiempo padeció el exilio a principios de los años 30.
A principios de los años
treinta, incluyendo el tiempo que pasó en la prisión mexicana de Lecumberri, Siqueiros produjo una
serie delito-grafías de tema político,
muchas de las cuales se expusieron en los Estados
Unidos.
Su litografía Cabeza se mostró en la exposición
de 1930 Artistas mexicanos y artistas de la escuela mexicana en los estudios
Delphic de Nueva York. En 1932, celebró una exposición y conferencia titulada
Rectificaciones sobre el
muralismo mexicano en la galería
del casino español en
Taxco, México. Poco después, viajó a Nueva York, donde participó en la exposición de la
galería Weyhe titulada Arte gráfico mexicano. Con un grupo de estudiantes,
también completó un mural, conocido a veces como América tropical,
en 1932 en la Sala Italiana de Olvera
Street en Los
Ángeles. Otros
murales pintados en 1932 en Los Ángeles fueron Mitin en la Calle y Retrato
actual de la Ciudad de México.
Al año siguiente, en la Argentina realiza
el mural Plástico
en el sótano de Natalio Botana,
director del mítico diario
Crítica en el cual Siqueiros fue columnista
durante más
de un año.
El mismo ha sido restaurado tras su recuperación y se encuentra en lo que fue la Aduana de Taylor, inaugurado en el
marco de los festejos por el bicentenario del comienzo de las
luchas independentistas argentinas, que corresponde al Museo del Bicentenario.
De regreso a Nueva York
en 1936, fue invitado de honor de la exposición de Arte Contemporáneo en la
galería St. Regis. Allí también llevó un taller de arte político en preparación
de la Huelga General de 1936 por la Paz y desfile del May Day. El joven Jackson Pollock acudió al
taller y ayudó a
construir carrozas para el desfile. Otro de sus pupilos en talleres
experimentales fue Óscar Quiñones.
Siguió produciendo varias obras a lo largo del final de los años treinta, como Eco
de un grito (1937) y El suspiro (El sollozo) (1939), ambos actualmente en el Museo de Arte Moderno de Nueva York –Siqueiros
también llevó a cabo una serie de talleres de arte experimental para estudiantes
estadounidenses.
Debido al atentado
contra León Trotsky,
se exilió en Chile durante 1941. En Chillánpintó Muerte
al invasor. En 1944 emigró a Cuba donde pintó Alegoría
de la igualdad racial en Cuba.
En 1946 Siqueiros
regresó a la Ciudad de México y pintó en la ex aduana de Santo Domingo, hoy Secretaria de Educación Pública su mural Patricios
y Patricidas. En su casa realizó el mural Cuauhtémoc
contra el mito y más tarde pintó en
el Palacio de Bellas Artes el tríptico Nueva
Democracia. En 1947 realizó el famoso
lienzo titulado Nuestra
imagen actual.
En 1948 inició un taller
de muralismo en la Escuela de Bellas Artes de Guanajuato en San Miguel de Allende.
Ahí inició un mural a Ignacio
Allende el cual dejó inacabado debido al cierre de
la escuela y la falta de recursos.
En 1952 inició el
proyecto de los murales en la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM), el cual estaría compuesto por tres
"escultopinturas". De estos tres murales solo se terminó uno: El
pueblo a la Universidad y la Universidad al pueblo el cual fue realizado en 1952, e inaugurado en 1956 dentro de las
instalaciones de la (UNAM) en Ciudad Universitaria. Se encuentra en los muros
de la Rectoría
junto con
otras dos obras del
mismo artista Las
fechas de la historia de México y Nuevo
Emblema Universitario. Está hecho de teselas
de vidrio opaco de la marca Mosaicos Venecianos y es considerada como uno de
los íconos del arte del mosaico mexicano.9 Representa a cinco estudiantes
subiendo por unas escalares, llevando en las manos objetos representativos de
los conocimientos adquiridos en la universidad. Se dirigen de vuelta hacia el
pueblo cargados de nuevas ideas que aplicar. Tiene colores opacos en gran parte
tonalidades de café y anaranjado.
En 1960 terminó el mural en el Castillo de Chapultepec titulado Del
Porfirismo a la Revolución. Ese año, el 9 de
agosto fue perseguido, aprehendido y acusado de disolución social, dado que
Siqueiros era el presidente del "Comité de Presos Políticos y la Defensa
de Libertades Democráticas". Fue encarcelado cuatro años en Lecumberri.
Durante esa estancia, realizó numerosos bocetos para el proyecto de la
decoración del Hotel Casino de la Selva,
propiedad de Manuel Suárez y Suárez.
En 1966 recibió el Premio Lenin de la Paz y ese mismo año recibió el Premio Nacional de Bellas Artes de México. En 1968 terminó el
mural La
historia del teatro en la Asociación Nacional de Actores (ANDA).
El 13 de julio de 1964,
Siqueiros salió de la prisión y reunió un equipo de artistas nacionales e
internacionales para realizar el mural que decoraría la Sala de Convenciones
del Hotel Casino de la Selva con el apoyo de Manuel Suárez y Suárez. Entre sus discípulos
se encontraban: Luis, Mario Orozco Rivera, Guillermo Ceniceros, Enrique Estrada, Artemio Sepúlveda, Flores, Gilberto y Electa Arenal Huerta,
(sobrina de Siqueiros), quien perdería
la vida el 10 de junio de 1969 al sufrir un accidente pintando en el polyforum.
Electa también participó en la creación del mural del Castillo de Chapultepec.
Debido a sus dimensiones
dicho proyecto fue trasladado a la Ciudad de México para poder ser admirado por
el mayor número de personas posibles. El mural realizó diversos viajes
promocionales a Europa y Estados Unidos en compañía de Manuel Suárez y Suárez. Resaltando la exposición en el Grand
Palais de París, Francia. Finalmente, el Polyforum Cultural Siqueiros y su mural La Marcha
de la Humanidad fueron inaugurados el 15
de diciembre de 1971 por
el Presidente Luis Echeverría Álvarez.
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